VIAJE AL INTERIOR DE MÍ MISMA.

«Examínate a ti misma, y donde sea que te encuentres a ti misma, abandónate. Esta es la mejor vía de todas»-Eckhart de Hochheim.

Durante los últimos años, «VIAJAR» ha ocupado gran parte de mi vida y de mis pensamientos. Descubrir nuevos sitios, volviendo a los lugares amados. El encuentro con gente de todo el mundo. Ver paisajes increíbles, bañarme en diferentes mares, emocionarme viendo decenas de animales exóticos, perderme en selvas, rebozarme en arenas de desiertos. deleitarme con mil comidas y gozar con cada una de las experiencias vividas. Todo este viaje exterior me llevó a otro muy interesante.

EL VIAJE HACIA ADENTRO

El viaje me llevó hacia dentro, a conocerme, a acumular saberes y a saber que sólo podía avanzar desprendiéndome de ellos . Me llevó a darme cuenta de que era esclava de mis pensamientos y de mis puntos de vista. Que lo que veo no es como es sino como yo lo interpreto y que para lo único que me sirve es para adentrarme más y verme en ese reflejo.

Me enseño la importancia de PERTENECERME A MÍ MISMA tan plenamente como para estar dispuesta a sostenerme sola. Es estar en una tierra salvaje. En un lugar indómito e imprevisible de soledad y de búsqueda. Es un lugar tan peligroso como espectacular, tan buscado como temido.

La tierra salvaje a menudo puede parecer intempestiva, porque no podemos dominarla, ni controlar lo que piensa la gente sobre nuestra decisión de aventurarnos… Pero resulta ser una tierra donde es posible experimentar un auténtico sentido de pertenencia: LA TIERRA MÁS FEROZ Y SAGRADA QUE PISARÁS JAMÁS. (BRENÉ BROWN).

Esta aventura me acercó al placer de estar conmigo misma, de aprender a aceptarme (amarme) y hacerlo a su vez con las demás personas.

APRENDIZAJES

Aprendí que nada me pertenece, que la vida es una fiesta constante donde experimentar cada instante. Y que el pasado es como me lo «cuento» y que el futuro es «incontrolable».

Que siempre soy FELIZ, aunque la mayoría del tiempo no me de cuenta.

Soy responsable de mi experiencia. Los pensamientos me equivocan, y que todo lo que decido desde el miedo, me impide paladear esta aventura a la que llamamos vida. La vulnerabilidad no es una debilidad sino que es una fortaleza.

EL MIEDO

El miedo a la muerte maneja mi vida creyendo protegerme de lo INEVITABLE. Cuando en realidad mi alma, se sabe infinita. Que no hay emoción negativa salvo la que no tiene derecho a ser expresada. Que del mismo lugar que nace el temor, la vergüenza, la tristeza y la escasez, nacen el amor, la intimidad y la alegría.

Mirar hacia dentro me dio la oportunidad de saber que puedo empezar cada día, comprendiendo que siempre estoy en mi mejor momento.

¿Y A TI QUÉ TE ENSEÑÓ EL VIAJE?.

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