WABI-SABI VIAJERO, JAPÓN

WABI-SABI VIAJERO


Cuando vuelvo de mis viajes siempre cuento mis aventuras a mis generosas “amig@s”, que aguantan cada una de mis anécdotas sin una queja.
Suelo tener la costumbre de contar todo lo que me ha gustado y a veces me preguntan, ¿ y no te has encontrado cosas que no te gusten???.
Como solemos comentar entre nosotras ,vivimos en una nueva era en la que vivimos un nuevo culto al positivismo donde todo tiene que ser bonito, todas las experiencias buenas y el viaje viene siendo un poco “paseo por las nubes”. Las fotos de redes sociales tienen que dar fe de todo esto y es cierto que puede dar un poco sensación de irrealidad y de afición por el mundo pirueta.

Selfish en Kyoto

Así que por primera vez y sin que sirva de precedente voy a contar aquellas cosas WABI-SABI que me voy encontrando.
La gente a veces me dice que soy valiente por viajar sola y siempre replico que lo valiente es viajar sin dinero como hace la mayoría de la gente que se tiene que moverse buscándose la vida.
En esta aventura Japonesa, y seguramente para tener una cura de humildad de esas que te regalan los viajes, estoy experimentando el miedo de viajar sin dinero. No os preocupéis no me han robado, que me pasara en este país ultraseguro haría de mí una rara avis digna de salir en la portada de todos los periódicos.
Mucho más sencillo, viajo con dos tarjetas, una visa y otra de débito, para resumir la visa no me permite sacar dinero ni hacer la mayoría de los pagos y la de débito se ha rallado por lo que sólo de vez en cuando me permite hacer pagos vía datáfono y sólo si es de chip, para más inri en la mayoría de hoteles y restaurantes tienes que pagar en efectivo.

Shinkansen en Tokyo

Toda esta aventura me ha surgido en la gran Tokio y doy gracias a todos los dioses sintoístas ya que durante unos días he disfrutado de la maravillosa Kana y su familia, mi anfitriona de coachsurfing por lo que he podido ir vadeando el temporal. Esta semana voy a Okinawa la isla que está más al sur y ya me han avisado que si en Tokio es difícil pagar con tarjeta allí ya hay que darlo por imposible.
Tengo veinte euros en efectivo y ando dándole al coco viendo opciones para arreglar esto. Hoy he pasado la mañana buscando una sucursal de mi banco, ha sido una mañana de recorrridos de edificios llenos de “yuppis” comprobando finalmente lo poco que actualizan sus datos la mayoría de las empresas llegando a la conclusión de que no queda ni una sola sucursal en todo Japón del banco Santander, vamos que con tal de no reconocer sus recortes ahí lo dejan , datos de sus oficinas dando vueltas por internet para marearnos a las desesperadas.

Hoy me acoge una buena amiga de otra buena amiga, ya se ha ofrecido a echarme una mano, como residente en Tokyo sabe de toda la complicación de este tipo de sucesos. Mi exmarido Víctor, que siempre está ahí, con su paciencia infinita para echarme una mano, me ha hecho una trasferencia por Wester Union, como no lo habíamos hecho antes y esta es gente muy rigurosa llevo diez horas de espera esperando a que comprueben los datos.
Está claro que toda la teoría Zen japonesa la tenía que probar en este viaje, de vez en cuando me recuerdo la frase de “si algo tiene solución para qué me preocupo y si no la tiene para qué me preocupo”, está claro que este dicho es acertadísimo pero esto no evita que a veces mi mente divague con las posibilidades de quedarme sin dinero.
Hoy he andado cuatro quilómetros con la mochila a cuestas para ahorrarme dos euros del billete, nadie dijo que fuera fácil.
Estar en una de las ciudades más consumistas del mundo sin dinero está siendo una de esas aventuras que no por necesaria prefieres ahorrarte. Menos mal que por lo menos el te es barato y bonito.

Estoy valorando la opción de trabajar en algún hostel o artista de variedades en la exótica Okinawa  . A veces me debato entre el miedo y el intenso aprendizaje que esto me está dando.

Bamboo forest Kyoto

Toda esta experiencia me hace más consciente de mis privilegios, ayer me vino a la cabeza la experiencia del Ramadán donde la gente musulmana decide no comer ni beber en las horas diurnas para experimentar lo que vive la gente que no puede hacerlo, quién sabe si el destino no me estaba guardando un poquito de aprendizaje por las malas para que ponga todo lo material en su sitio.

Piedra del amor en kiyomizu temple (Templo del agua pura) Kyoto

La verdad es que me voy dando cuenta de que casi no necesito nada, de que tengo que confiar en los otros, tener paciencia, buscar soluciones creativas, y que esto no deja de ser una anécdota comparado con la precariedad con la que vive la mayoría de la gente en miles de sitios.

Novia en Nara

Mientras tanto he disfrutado de los cerezos en flor ,los cuales me han recordado que todo en la vida tiene su momento WABI-SABI, ESA PARTE IMPERFECTA QUE LE DA ELEGANCIA AL TODO. Enseñándome que la parte imperfecta de todas las experiencias es la que dota de realidad mis momentos viajeros, la que hace que la experiencia se convierta en real. Y que como en todos los momentos que vivo, lo único por lo que puedo pasar es por aceptar, lo que me gusta y lo que no, y es un camino por el que tengo que transitar por muy incómoda o fea que sea la experiencia. Si a alguien se le ocurre soluciones las acepto gustosamente. Prometo no dejaros en vilo y seguir contando en qué queda todo esto, de momento voy a dejar el alma en calma, aceptar lo que llegue y seguir viendo posibilidades sin que el pánico haga que tome decisiones equivocadas.

Fushimi inari shrine Kyoto

Un abrazo.

VOLVIENDO DE JAPÓN, SENSACIONES DE LA VUELTA A CASA.

VOLVIENDO DE JAPÓN, SENSACIONES DE LA VUELTA A CASA.

Tras 33 días en Japón estoy a la espera de tomar el último vuelo en el aeropuerto de Beijing, tras tener que pasar mil controles donde he tenido que separar monedas, cargadores, pasta de dientes y otras absurdideces he encontrado unas buenos sofás donde pasar el tránsito de siete horas que me esperan,

China aunque asiática diríamos que poco tiene que ver con Japón, aquí los modos son bruscos, las sonrisas brillan por su ausencia y las máquinas de wifi están rotas. Algún intento de sonrisa tras el correspondiente NI HAO  y un cacheo digamos que en profundidad.

Todos los del control hemos tenido que oler el líquido de lentillas y han estado a punto de tirarlo por pasarse la cantidad en veinte centilitros, tras casi tener que beberlo para que me dejaran llevarlo por fin he dejado atrás los controles tras dos horas de chequeos y pases de la tarjeta de embarque y pasaporte, todo para pasar a la zona de tránsito donde para mi alegría puedo ver el atardecer y aterrizar los aviones con asiento en primera fila.. En estos casos lo mejor es no dejarse llevar por la desesperación, en realidad tengo tiempo, así que he acabado al final de la fila con la típica mirada perdida en el infinito.

Es en estos ratos ,cuando por fin paro, que surgen decenas de  reflexiones de lo que ha sido mi experiencia a lo largo de este tiempo, automáticamente siempre me viene a la cabeza los encuentros que he tenido, los nuevos amigos que han llegado a mi vida, lo que más me ha sorprendido, los sabores, colores , etc. No puedo evitarlo, me invade la nostalgia, qué rápidamente lo extraño se hace cotidiano y que rápidamente incorporas rutinas que nuevamente tendrás que dejar atrás.

Ayer me tuve que despedir de nuevos amigos, tras cuatro días juntos compartiendo, risas, confidencias y dolores, sé que ya les quiero, que nos volveremos a encontrar en esta comunidad viajera que vamos construyendo. Su paciencia a mis ritmos lentos, su sonrisa siempre oportuna, sus enseñanzas para corregir mi terrible acento, sus bromas y su ternura,  han sido el broche final a otro viaje, un abrazo fuerte y a seguir el camino, aunque necesario para que la vida continue aunque cómo me gustaría a veces parar el tiempo.

Aunque la vida te va enseñando que hay que dejar ir para que lleguen nuevas experiencias y la vida siga creciendo.

Amigos en Kyoto , Sasha, Lionel y Rocío (JAPÓN)

Tras llegar al hostal a pasar mi última noche, melancólica por la despedida y por acabar esta etapa, el viaje me deparaba un último regalo, un nuevo “akelarre” femenino, varias maravillosas mujeres contando experiencias, proyectos, sueños y deseos, mujeres de muy diferentes países que en la cocina de nuestra tradicional casa japonesa nos reímos, compartimos y hermanamos alrededor de una taza de té.

Acabamos la noche de madrugada entre carcajadas con lo de la idea de llevar una foto de un marido marine, todas mujeres libres, viajeras, emprendedoras, envueltas en carcajadas, y dándonos cuenta de cómo en el humor y en la vida las mujeres tenemos unos códigos bastante comunes que hacen que enseguida conectemos.

A lo largo de estos viajes siempre paso varias etapas que considero necesarias, aunque a priori son unas incómodas invitadas, durante unos días siempre se dan las circunstancias para que pase unos días en completa soledad, llega siempre para redescubrirme el placer de estar conmigo misma, el redescubrimiento de que no es que tenga que aceptarme sino que tengo que disfrutar conmigo y con mis “evadas”, vocablo consensuado con mis amigas y amigos que siempre hace referencia a mi particular forma de hacer las cosas, Cuando vuelvo a recobrar esta sensación entonces es cuando se abre el telón y entonces ya estoy preparada para compartir de una manera viva, alegre y generosa. No desde la necesidad de la pura compañía.

En mis vueltas siempre tengo emociones encontradas, por un lado ese duelo de la pérdida de lo vivido, la sensación de que todo pasa, de que ha pasado casi como un sueño, con sus cosas agradables y con las desagradables.  Y por otro lado la alegría de la vuelta. La emoción de ver y abrazar nuevamente a las personas que amo y que me aman,  de volver a lo cotidiano, la sensación de que no necesito escapar de nada, porque tengo una vida y un entorno precioso y el placer de la vuelta se hace equiparable al placer de la ida, en una maravillosa balanza que hace que todo esté en equilibrio, de la llegada de la calma, con la vuelta a las rutinas que tan placenteras también me resultan.

Golden Temple Kyoto (JAPÓN)

La verdad es que llega un momento en el que siento que no puedo disfrutar de la ida si no soy capaz de disfrutar de la vuelta, porque el camino no tiene principio ni fin sino que va todo en perfecta circunferencia.

Qué bueno es volver al hogar y encontrarlo cálido gracias a la gente que me ama y amo, qué cálido también saber que en la vuelta empezaré nuevamente a generar la ida.

De momento en cerca de un mes vuelta a mi querido Marruecos, y para Junio el esperado regreso a Irán, esta vez con un proyecto de viaje guiado por allí,  con compañeras nuevas de viaje, amigas maravillosas con las que presiento que el viaje tendrá otra dimensión y un enriquecimiento mutuo fascinante.

Me acompañarán en esta nueva aventura colectiva maravillosas amigas del alma creativas y de espíritu emprendedor y trataremos de emprender un viaje en el que podamos disfrutar de la hospitalidad y el encuentro Iraní junto con el placer de redescubrir uno de los países más bellos en los que he estado y terriblemente juzgado equivocadamente con aquel terrible calificativo de «eje del mal». Cuánto daño hace confundir a los ciudadanos y ciudadanas con sus políticos.

Así que me daré un tiempo a deshacer la mochila, a hacer alguna colada, reencontrarme con amigos y familia e hincharme a Jamón y en este ciclo de ida y vuelta , el plan volverá a ponerse en marcha, porque mi naturaleza es estar siempre en movimiento, como el agua de río que si no fluye se entanca. Un abrazo.

Un abrazo.

OKINAWA Y SENSACIONES JAPONESAS

OKINAWA Y SENSACIONES JAPONESAS.

Explorando las islas de Japón he llegado a la fascinante Okinawa, en mitad del pacífico y con más aspecto de Hawai que otra cosa.

Sus gentes no sólo son muy diferentes a nivel aspecto sino en su carácter, de risa espontánea y agradecidos cuando con mucho esfuerzo puedo decirles hola y gracias en  Uchinaaguchi una lengua muy diferente a la japonesa y con una sonoridad preciosa. Tiene palabras muy bonitas y otras divertidas como Chichi la cual significa luna siendo este nombre muy apropiado, aunque qué vamos a decir nosotras con una playa a la que denominamos playa de la Concha.

Es una lengua con serio riesgo de extinción ya que Okinawa que gozó de muchos años de independencia con la invasión japonesa y posteriormente la estadounidense sufrió la persecución y aislamiento de su lengua y de su cultura por lo que ya sólo lo habla una minoría.

En mis viajes considero que tengo una gran responsabilidad en el respeto a sus idiomas y cultura, siempre me siento una invitada agradecida de poder participar durante unos días de su vida comunitaria. A su vez la gente siempre está dispuesta a enseñarme y a hacerte partícipe de sus vivencias, el intercambio es de los mejor que me llevo en mis viajes y una de las importantes motivaciones que me mueven a recorrer el mundo. Aunque esté en un país con más de treinta lenguas como es Senegal no cuesta nada en el pueblo por el que se pasa saber cómo se dice, hola, gracias y esto está muy bueno.

Si se pasan más días el vocabulario se va ampliando y encuentras decenas de voluntarias y voluntarios encantados de ayudarte y agradecidos y divertidos con tus esfuerzos.

En líneas generales la población Japonesa tiene una personalidad muy particular en comparación con otros países asiáticos, no me gusta hacer generalizaciones ya que normalmente son muy injustas, aunque sí me gustaría contaros mis sensaciones y experiencias generales, muy sesgadas ,  parciales y subjetivas.

Lo primero que me sorprendió de Japón es su silencio, hay mil carteles llamando al puro silencio, está muy mal visto hablar por teléfono por la calle o en servicios públicos, el silencio es tal que en muchas calles y estaciones poner música ambiental o sonido de pajaritos a un volumen no más alto que el de mi móvil y se escucha. Después de recorrer Colombia con un altavoz a todo volumen a bordo de mi moto a través de la pura selva o sufrir al cura del pueblo el cual nos despertara a las 5 de la mañana con los villancicos a todo trapo este silencio se me hace  impresionante y sorprendentemente placentero.

Es curiosos cómo incluso las conversaciones transcurren en voz baja siempre pensando en el resto. En general las personas Japonesas difícilmente iniciarán una conversación, aunque si es frecuente que en cuanto detectan duda en tu cara enseguida te ofrezcan su ayuda. En las poblaciones más rurales sobre todo las personas mayores siempre te dicen algo en Japonés, como saludarte, hace frío, o dedicarte una larga sonrisa. Les debe hacer gracia una guiri con cara de perdida con cara de asombro por sus calles.

Otra sensación que me llevo es el perfecto orden con el que manejan todo, esto es de tal calibre que hasta a mí me está influyendo, a veces me entretengo viendo sus garajes y jardines traseros y disfrutando de una organización y optimización del espacio impresionante. He descubierto la Toc que vive en mí y me estoy llenando de manías y croquis organizativos.

Es todo de una eficacia increíble, los coches son tan silenciosos que si no fuera por su impresionante prudencia sería atropellada varias veces durante este viaje. Los autobuses paran en los semáforos buscando el ahorro energético y de impacto en la naturaleza. A ellos nunca les atropellarían, obedecen los semáforos de una manera no vista en ningún país del mundo. Su obediencia por el sistema es impresionante y hay varios totems sagrados por los que sólo cuestionárselo hace que te miren ojipláticos, entre ellos está el culto a la figura del emperador, la resignación de trabajar más de 10 horas diarias con una semana de vacaciones al año, el gusto por el matrimonio libre o concertado y el consumo constante. Hay una media de 25 personas por máquina expendedora.

En uno de los países más superpoblados del mundo la maquinaria de la venta es de un movimiento constante, todo está hecho para consumir, los incentivos son tantos que se puede comer cualquier día a base de lo que te van regalando, eso sí es una ruleta rusa con wasabis y otros sustos esperando en cada esquina. Porque sólo aquí encontrarás comidas como por ejemplo helados de patata, pollo y té verde , pasteles rellenos de pasta de alubia Manju y cualquier alga y especia que hará que desistas de este arriesgado juego. Bueno eso me digo todos los días para empezar al siguiente, desde que encontré anacardos cubiertos de chocolate y me decidí a continuar.

En cada lugar tienen sus propios platos y no hay nada que decidan que no se puede comer. Aún recuerdo comer los tendones y durezas del pollo como una exquisitez, genitales de peces con su correspondiente contenido, carne cruda de cualquier grosor y otras fermentadas, aunque como dice el dicho lo que no te mata te hace más fuerte. Los kit kat de mil sabores te reconcilian con la vida y tu estómago milagrosamente vuelve a tu sitio.

En Okinawa aunque la ciudad te recibe con sus licores llenos de cobras se respira otra energía, aunque cumple muchos de estos preceptos anteriores a su manera es diferente y rebelde, la gente se muestra más abierta y espontánea. El que habla algo de inglés se esfuerza en ayudarte y conversar y al decirles Hai Sai que es hola en Uchinaaguchi se les ilumina una gran sonrisa, ya que seguramente no están acostumbrados a que los extranjeros mostremos amor y respeto a su pueblo, las mujeres tras mi saludo me hablan largamente en su lengua en la que extrañamente conseguimos comunicarnos . En la capital tienen una playa preciosa tropical sobre la que algún desdichado decidió montar un puente para que pasaran los coches en base a esa eficacia Japonesa me niego a creer que a algún local se le ocurrió hacerla, es un puro asesinato. Las playas se acotan en parcelas muy pequeñas en base a garantizar la seguridad extrema que se practica por estas latitudes. Un socorrista cada cinco metros hace que mi máximo riesgo sea tropezarme con alguna pala infantil.

De momento aun me quedan unos días por Okinawa antes de volver a Kyoto a seguir disfrutando de los cerezos en el Harami Season.

Al final resolví parcialmente mis problemas económicos aunque tengo que andar con mil ojos para que el dinero me llegue hasta el final de esta aventura ya que tengo descartado el uso de tarjetas, creo que aún tendré margen para practicar el trueque. De momento una de mis hospedadoras Japonesas junto con un amigo Malayo se vienen en mayo por Donosti y tendré el placer de devolverle su acogimiento, dándome una clara lección de que en el compartir todo se multiplica, y que la individualidad y el consumo un día no muy lejano dejarán de ser los pilares sobre los que nos sustentamos. Un abrazo.

RECOMENDACIONES PARA MUJERES QUE VIAJAN SOLAS

RECOMENDACIONES PARA MUJERES QUE VIAJAN SOLAS.

Chaouen (Marruecos)

Ya está, lo voy a hacer, voy a desvelar todos los secretos que tengo para poder viajar sola y volver viva de tamaña aventura. Ok allá voy, atentas y atentos,

MI SECRETO ES IR Y VOLVER. Sé que suena muy drástico pero así es, este es el gran truco, tú vas al sitio y vuelves de él no hay más misterio, eso sí, si te encuentras con un o una psicópata asesino hasta ahí has llegado.

Desde hace años me llegan mil escritos, conversaciones creo que de bienintencionadas personas en los que se me alienta a seguir mil recomendaciones de seguridad en la aparentemente práctica de salir a ver el mundo.

Hace un par de semanas caía en mis manos uno de tantos libros que circulan acerca de viajes para mujeres que viajan solas, y en él se decían las mismas estupideces que vengo oyendo desde hace años respecto a viajar siendo mujer.

encuentro con mujer de la etnia Dao Do en las montañas de Sapa VIetnam

Acabé sacando la conclusión de que la autora o bien no había estado en la mayoría de los países de los que hablaba o que había ido en una burbuja de prejuicios y miedos, en él se recomendaba cubrirse totalmente en la mayoría de los países musulmanes , no mantener la mirada y no hablar a no ser que se dominara la lengua.

La recomendación final que me hizo estallar en carcajadas es la de viajar con un anillo de casada, supuesto anillo mágico cual hobbit el cual te protege de todo varón que te quiera hacer su esposa a la fuerza o cambiarte con una cantidad desorbitada de animales. Incluso se dan trucos para crear anillos con latas de bebidas.

Sí amigas y amigos y para más «inri» esta autora recomendaba llevar una foto del supuesto marido, siendo muy valorada llevar la imagen de algún musculado marine norteamericano o en mi caso entiendo que algún patilloso hombre de la legión de pelo en el pecho.

Leo en el post de otras personas que las mujeres al ser más débiles tenemos que tener medidas extras de seguridad, la primera cosa es que la debilidad es un concepto más bien relativo ya que en algunos casos la única diferencia va a ser el tamaño de la mochila que podré llevar la cual irá en en proporción a mi peso, y en cuanto a la seguridad y en términos numéricos son más numerosas las muertes de hombres que de mujeres en el mundo.

funeral en Camboya con Vietnamitas.

Además por si alguien no se había dado cuenta la mayoría situaciones de riesgos para las mujeres no son a manos de desconocidos , para nuestra desgracia es en nuestros entornos donde la mujer corre más peligro.

Cuánto daño ha hecho la tradicional y aceptada recomendación familiar de “no hables con desconocidos” o “sólo fíate de la familia”. Muchas gente me pregunta , ¿Y NO TE DA MIEDO VIAJAR SOLA?, suelo contestar con una carcajada, “LO QUE ME DA MIEDO ES ESTAR CASADA”, la cara de desconcierto es un poema. En seguida lo explico ya que aunque en mi caso y con mi exmarido mantuvimos una relación de respeto, es en esta institución dónde se dan la mayoría de peligros hacia la mujer.

Cada día nos desayunamos con casos de violencia de género, abusos, etc. Y ya no llevándolo a los casos más drásticos, cuántas mujeres en nuestros entornos no pueden hacer, vestir, hablar, relacionarse y/o moverse cuando desean, no sea que empiece a pensar que es libre e independiente por el mero hecho de existir, y si no es tu marido es que te condiciona ya lo harán tus vecinos y vecinas, medios de comunicación o redes sociales, a ver si vas a creer que puedes hacer lo que tú decidas.

De la anterior frase que me decían de“¿y tu marido te deja viajar? hemos pasado a “ ¿ y puedes dejar sólo a tu hijo para viajar?”. Porque la maternidad y el matrimonio es algo que como acertadamente se dice en la palabra ESPOSA, une nuestra voluntad y actos a la voluntad y actos de otra persona. Nunca se le han preguntado a mi exmarido cuando viaja por trabajo si no le da cosa dejar al niño sólo, pero en el caso de la mujer rompes el tótem de madre entregada e incompleta si no hay una entrega temporal del 100 por 100 de tu tiempo a las maravillas de la maternidad.

encuentro en Okinawa (JAPÓN)

Y para nuestra desgracia no es algo que se de un tipo de países sino es una construcción universal, en la cual ningún país o cultura se libra, aquí en Japón cuando la mujer cumple más de 25 años y no ha encontrado varón con el que esposarse, se la denomina CHRISTMAS CAKE, ese pastel navideño que ya nadie quiere después de la buena y abundante comida navideña. Pasas a ser una olvidada, porque dejas de cumplir la función para la que algunas personas ignorantes creen que llegaste a esta tierra, el ministro de salud Japonés , HAKUO YANAGISAWA , ya lo dijo quejándose de la baja maternidad que las mujeres son UNA MÁQUINA DE PROCREAR y que no estaban cumpliendo sus funciones, , o para no irnos muy lejos, el anterior ministro Gallardón también nos alumbró con su gran frase de “ LA MATERNIDAD LIBRE HACE A LAS MUJERES AUTÉNTICAMENTE MUJERES” para JUSTIFICAR la limitación de las mujeres en su derecho a decidir, sin que fuera a la carcel por su irresponsabilidad y machismo político. Ésta es la gente que hace del mundo un sitio inseguro.

Porque por desgracia no es la falta de precaución lo que hace PELIGROSO EL MUNDO , no hay nada que en realidad se pueda hacer para que no te pase nada, porque no existe ni la provocación, ni generar el momento, ni la imprudencia , ni no haber tenido cuidado. Existe gente que a veces quiere hacer daño consciente o inconscientemente y lo único que existe es la mala suerte de encontrarlo. YA ESTÁ BIEN DE RESPONSABILIZAR A LAS VÍCTIMAS. Y LO ÚNICO QUE SE PUEDE HACER ES APLICAR EL SENTIDO COMÚN, Y ESTE NO TIENE GÉNERO, NI CUALQUIER TIPO DE SESGO.

Ayer me di mi segunda oportunidad de amar los Onsen, ya que la primera me sentí como una conserva al baño maría, escaldada como un pollo. Me reconcilié con el concepto gracias a una bañera al aire libre 45 grados en la piscina y una agradable temperatura ambiente de 3 graditos.

encuentro con mujeres de Hong Kong en Shirakawago, Alpes Japones (JAPÓN)

Cómo me suele pasar en todos estos baños comunitarios en los que estamos las mujeres juntas y desnudas, me maravillo con la increíble armonía y hermandad que prima en estos sitios. Con mis cuatro palabras de japonés, compartí, me reí y divertí con un grupo de japonesas y otra compañera Croata. La mayoría de las mujeres con más de setenta años con un aspecto de cincuenta, las cuales se reían cuando les decía lo jóvenes que se les veía y que debía ser gracias a su buenísima comida, mujeres bellas a todos los niveles.

Es en estos momentos cuando me siento feliz de seguir mi instinto de viajar, de compartir, de ver el mundo , me siento feliz de no creerme nada de lo que me cuentan, de que no me domine el miedo, de que no puedan conmigo para que sea obediente y UNA BUENA CHICA. No es fácil nadar contracorriente, muchas veces es incómodo, solitario, exige dosis de paciencia, pero lo que no saben es que me sé el secreto, vivido viaje tras viaje, de que tras la incertidumbre siempre, siempre, LLEGA LA MAGIA. Un abrazo.

Encuentro con mujer Afgana en Yazd (IRÁN)